Pilar Altamira tiene la habilidad de saber dar forma escrita en versión mínima ?cosa nada fácil? a esos sentimientos, a esas impresiones que, como flashes producidos por la reflexión instantánea, nos asaltan la mente cuando somos testigos de algún hecho insólito o de algo que es normal, pero que nos da qué pensar, o simplemente cuando nos encontramos con personas o personajes que activan nuestras neuronas y pensamientos de forma casi inconsciente. Sus pensamientos se nos presentan en Brevísimos como un auténtico despliegue de observaciones, cargadas de ironía y de fino humor, que acaban conformando una especie de filosofía práctica para sobrevivir en esta vida, explorando la vía de acercar la reflexión a la vida y a la realidad que nos rodea. Unidos por la marca de la brevedad, se unen a esas dos docenas de reflexiones breves, una serie de historias de su tierra, de Riaza y del nordeste de Segovia, escritas de forma amena, en las que se percibe el cariño que le tiene a su entorno y el conocimiento de lo que dice y trata en sus relatos breves, dándole a estos el valor añadido de escribir con la paciencia y s