La obra que tiene en sus manos es capaz de sumergirle en un relato que le llevará a lugares y paisajes que sólo se pueden vivir andando, por el Camino de Santiago o por cualquier otro camino de la geografía de este país que se abra en el horizonte. Un caudal de experiencias viajeras desgranadas en una crónica de imágenes llenas de afectos y risas, esfuerzo y vida.
Es ésta una "roadmovie" novelada, iconoclasta, irreverente, lírica, épica y libre como su autor. Deliciosamente incorrecta y difícil de clasificar al no sujetarse a género alguno, más bien cimbrea, muta y salta, en insolente vodevil, desde la historia a la comedia, de la geografía a la poesía y del arte al relato pasando por el ensayo. Todo ello sin perder un ápice de interés para quien decida iniciar este gran viaje caminando.