Este libro nos invita a bailar en dos compases diferentes. En el inicio, los poemas de Silvia, de manera armoniosa y sutil, nos traen el calor de una tarde de verano, pero debajo del fresco de una parra. Así, los sueños inquietos se rebelan contra la inmovilidad del mar; las hojas de otoño cascabelean resistiendo la muerte [...] En la segunda parte, la realidad nos inunda. La música armoniosa que nos animaba a adentrarnos en las profundidades de nuestra humanidad, se rompe. La metáfora deja lugar al conflicto puro, descarnado, que aparece en forma de cuentos [...] Nosotras, desveladas, aceptamos la invitación y queremos, a su vez, sumar lectores a esta experiencia, para que también a ellos les resuenen las palabras y encuentren su propia melodía. (Julia Fogola, Silvina Espósito)