El tiempo pasa tan rápido que pocas veces notamos los años que hantranscurrido. Mia Karakla vuelve a Santorini, una isla mágica donde el blanco y el azul se mezclan en perfecta sincronía, como las olas delmar chocando con las piedras de la caldera.
Las salidas con amigos, la familia, el trabajo, un amor de verano, los bailes, la música ylas sonrisas de hace seis años son las memorias que conserva de suvida en Santorini.
Mia se muere de ganas por volver a la isla donde dejó su corazón, sus ilusiones y sus mejores momentos, guardadosjunto al corazón de la Atlántida.
¿El único problema?
Que nadaes como solía ser.