El periodista y escritor Joaquín de Saint Aymour afirma en su recién publicada obra La última catedral (editorial Carena) que Barcelona fue planificada por alquimistas y masones del siglo XIX y principios del siglo XX para que fuese una ciudad tecno-hermética, siempre inacabada y en constante transformación. En dicho proyecto colaboró el arquitecto Antonio Gaudí, edificando su templo de la Sagrada Familia en el centro geodésico de la ciudad.
La última catedral muestra de manera novelada, pero basada en datos reales, el resultado de una investigación completada por el periodista y escritor Joaquín de Saint Aymour, que revela una singular trama geométrica inserta en el urbanismo de Barcelona, según el ideal renacentista de la Divina Proporción y la Ciudad de Dios, profetizada por San Agustín para fundar una metrópoli perfecta.