Palabras y miradas son armas de amor. Y los enamorados se convierten en espejo para reflejar sus verdaderos rostros, antes desconocidos hasta para sí mismos. ?Soy tú cuando yo soy yo? decía Paul Celan. Quien se acerque a este libro encontrará miradas como colmillos, espejos vivientes, téseras de novela bizantina. Y el rugido del amor que resuena adentro, que hace eco en las entrañas.