Al proclamarse la República en febrero de 1873, Ramón Espina, el patriarca de la saga, un hombre sencillo, recto y pacífico, se vio obligado a abandonar a su mujer y al hijo que esperaban, para participar en la tercera guerra carlista a favor del Pretendiente. Los trágicos y azarosos sucesos que derivaron de este hecho, con la intervención de factores milagrosos y extraños, componen la trama de ese enjudioso y excepcional libro repleto de emocionantes aventuras.