En las sociedades postmodernas del siglo XXI el cuerpo se ha convertido en el bien más preciado. Hemos dejado de adorar a la naturaleza y a otros dioses menos tangibles para convertir al cuerpo tangible en nuestra nueva religión, que se proyecta desde el pulpito de los mass media. Y su primer y más importante mandamiento da a ese cuerpo nombre de mujer. Pero frente al cuerpo objetivizado, estático y cada vez más delgado de las mujeres deificado en los medios de comunicación, los cuerpos de los hombres no permanecen ajenos a estas peligrosas amistades que se crean entre cuerpos reales y cuerpos idealizados. Y estas nuevas exigencias que cabalgan a diferentes ritmos sobre los cuerpos de mujeres y hombres desembocan en la aparición de graves patologías con un enorme coste personal y social que se despliegan en torno a la imagen corporal, la alimentación y e! peso. Indagar en el cuándo, a quién y cómo influyen los medios de comunicación -desde el reconocimiento de la etiología multifactori
