Callejón del lobo es, ante todo, un relato de mujeres, esclavas consentidas y víctimas de los hombres, de su educación y de sí mismas, en una época que no les da tregua; una novela intensa, emocionante y llena de resonancias, en una Extremadura rural, hambrienta y desgarrada.
Carmen, una jovencita madrileña de buena familia, se casa por amor con don Germán, el cacique de un pueblo de Extremadura, y se traslada a vivir al interior de la Esapña más rural y profunda. Las sorpresas comienzan la misma noche de bodas, cuando Carmen es brutalmente violada por su marido, como adelanto de la vida de humillación y vejaciones que le espera. Lola, la hija de unos pastores, que también será violada al cumplir los dieciocho años obedeciendo a las costumbres de la casa, huye primero a un convento y después a las misiones para evitar la vergüenza y mayores desgracias; Reyes, la Artistona, trianera de belleza gitana y estrella incipiente de la copla española, formada a la sombra de doña Concha Piquer, es retirada del espectáculo por don Germán, quien se enamora perdidamente de ella y la instala en el pueblo como mantenida, a los ojos de todos; Bea, hija del señorito, es repudiada por ser mujer y no poder transmitir sus apellidos; Sacra, Felisa, Tecla, Amalia, la señorita Flor, son las cuentas de un rosario interminable, ligado a la cara más dura de la vida, en un mundo de hombres.
En medio de este universo femenino, Julio, el novio de la desgraciada Lola, dotado de belleza e inteligencia naturales poco frecuentes, tramará su escabrosa venganza contra don Germán a través de su hijo Vicente, un niño enfermizo, criado entre nácar y violetas, que vive apegado a las faldas de su madre y oculta a todos su condición homosexual.