De enfoqueámultidimensional, concede un lugar apropiado a las geofinanzas sin caer en el vulgar reduccionismo mercantilista (muy socorrido en nuestro medio) y sin perder de vista la geopolítica. En el sigloáXI, China con posesión de la pólvora, la brújula y una de las mejores marinas de su época no conquistó el hemisferio americano, lo que constituye uno de los grandes enigmas de la Historia. Diez siglos más tarde, después de su decadencia en el sigloáXIX, China deja atrás su complejo aislacionistaö de la Gran Muralla e irrumpe con toda su fuerza geoeconómica/geofinanciera en los cuatro rincones del planeta y, en particular, en Latinoamérica: el otrora patio traseroö del declinante poder de Estados Unidos. Los bancos chinos representan la mayor tajada de ganancias bancarias globalesö: 21% del total global y, segúnáThe Financial Times, Latinoamérica constituye hoy la mayor porción de los créditos chinos en el extranjero: del total de sus préstamos durante 2009-2010 por ciento diez mil millones de dólares, más de la mitad se otorgaron a Latinoamérica, cuyas2/3ápartes fueron en forma de empréstitos por pet