La ciudadanía y la ciudad son elementos esenciales del mundo actual. La elaboración de tan trascendentes concepciones remite a la Antigüedad y especialmente a las innovaciones introducidas por Roma durante la república y el principado. Fue entonces cuando se formó una concepción original de la ciudadanía como comunidad jurídica, cuyos integrantes eran sujetos de derechos civiles y políticos. Su desarrollo se produjo en el contexto de la superación por el mundo romano de precedentes realidades históricas atomizadas; su contenido político y su composición étnico-cultural homogénea habían conformado con anterioridad las ciudades-estados en amplias zonas del Mediterráneo. La innovación constituyó un elemento sustancial de la configuración del Imperio Romano, que tuvo como fundamentos esenciales de su organización a la ciudad y a las correspondientes comunidades cívicas.
El presente libro recoge un conjunto de contribuciones realizadas por el autor sobre esta problemática. Su contenido incluye diversos trabajos relativos a la formación del nuevo concepto y a su difusión durante la república romana y el principado. No obstante, su atención prioritaria está constituida por estudios concretos sobre su proyección en Hispania y especialmente en su ámbito meridional. La relevancia de la nueva concepción debe tener en cuenta que la ciudadanía romana definió jurídicamente el mundo del privilegio, al que la mayoría de la población era ajena. Por ello, se ha considerado necesario incluir también estudios relativos a los no ciudadanos y a la esclavitud.