Supervivientes de deportaciones, guerras o genocidios, víctimas de accidentes, personas que conviven con la discapacidad o simplemente personas que han sufrido maltratos y humillaciones encuentran la posibilidad de redefinir el sentido del dolor, a través de sus propios medios afectivos, gracias al vínculo que supone el encuentro y el inicio de una relación amorosa. A través de una prosa amena que se lee como una historia de amor, Cyrulnik aproxima la teoría de la resiliencia a las teorías sobre vínculo amoroso: una experiencia que nos une con el mundo y con la vida, con los demás y con nosotros mismos.