La investigación de un asesinato homófobo perpetrado en Zaragoza  llevará al inspector Roy a un descubrimiento insospechado. Una novela policiaca escrita por un policía.
Una visión realista de los entresijos de la profesión. «A Roy le avergonzaba haber engrosado en el pasado las filas de  la homofobia. Y le abochornaba mantener todavía ciertas prevenciones,  por lo general de orden estético, frente a los gais más afeminados. Pero  era consciente de que había nacido idiota  y de que, con grandes dosis  de suerte y esfuerzo, lo máximo que lograría es morir siendo medio  tonto. La evolución desde la estulticia hasta la sabiduría exige, salvo  contadas excepciones, más tiempo del que abarca una vida humana. Así son las cosas y el inspector así las aceptaba.» Un chapero marroquí aparece asesinado a tiros y con las manos  engrilletadas a la espalda. El asesino ha dejado una foto de John Wayne  sobre el cadáver. Rosario Roy, un inspector de policía de vida compleja,  se encargará de la investigación del que parece ser el primero de una larga serie de homicidios. En el transcurso de las pesquisas, una prostituta rumana denuncia por violación a un conocido político. Estas dos tramas confluyen en una intriga policiaca de sorprendente  desenlace, ambientada en Zaragoza y con las fiestas del Pilar como telón de fondo.