Éste libro está dedicado a la memoria de un joven religioso marista asesinado en 1996 en las masacres que se sucedieron en Ruanda y Zaire. Julio Rodríguez, este nuevo «mártir» de la fe y de la caridad, había sido compañero y amigo de Santiago Martín. Fruto de aquel conocimiento, y gracias a los diarios y relatos de la comunidad marista, el autor ha podido recrear el ambiente histórico de aquel drama y la aventura espiritual que vivió el joven misionero en el campo de refugiados de Nyamirangwe, contemplando, cada vez con más certeza, la posibilidad de la muerte.
Se trata, por tanto, de un libro testimonio. Un estremecedor relato de un campo de refugiados y un libro de profunda espiritualidad que entra en los silencios de Dios ante el dolor humano, tanto como en la fe que hay que tener para seguir creyendo y amando a pesar de no tener respuestas.
