Alí es un muchacho marroquí que vive en París. La escuela no se le da muy bien y no siente gran interés por lo que allí sucede. Pero ocurrirá algo en su vida que despertará en él una verdadera pasión, un entusiasmo que nada tiene que ver con llegar a ser más listo o con un deseo de poder. Será al escuchar el sonido de un instrumento musical poco corriente. Ahora, todos los sacrificios le parecerán poco, todas las horas de ensayo y entrega no le bastarán para llegar a tocar como un día oyó tocar.