En los años noventa Colombia era un país sumido en el caos, con un gobierno débil que combatía la guerrilla y a los narcotraficantes, inmersos en una guerra liderada por Pablo Escobar y sus eternos rivales, los hermanos Rodríguez Orejuela, del cartel de Cali.
Jorge Salcedo, ingeniero, oficial de la reserva del ejército, hombre de negocios respetado, padre de familia que despreciaba a Escobar, entró a formar parte del cartel de Cali y acabó por convertirse en el jefe de seguridad de uno de los capos. Salcedo pretendía ignorar la corrupción, la violencia y la brutalidad que lo rodeaba, y luchó, con grandes dificultades, por preservar su integridad, hasta que un día recibió una orden directa del padrino que no podía cumplir pero tampoco desobedecer.
Salcedo comprendió entonces que su única salida era traicionar al sindicato del crimen más rico y poderoso de todos los tiempos en un juego a vida o muerte en el que eran muy pocas las posibilidades de ganar.
«Una historia de violencia que explica la década más sanguinaria y corrupta de Colombia.»
El País
