Farid es un niño que trabaja en el autobús de su padre cobrando los billetes a los pasajeros. Un extraña gata negra
parece que se burla de él apareciendo en los lugares más inesperados. Farid empieza a sospechar que quizá es su madre
la que se convierte a veces en ese animal. En Kalandar acude a una mezquita a pedir a un santo que mejore la salud
de su madre y la situación económica de su familia para que él pueda ir a la escuela. Farid, preocupado por atrapar al
animal, descubre al final que sus sospechas no son ciertas.