La poesía ha sido siempre una fuente infinita para la expresión de emociones y sentimientos. A lo largo de los siglos, los poetas han hecho uso de esta depurada herramienta para servir al amor, cantar a la vida y adorar los cánones de belleza. Sin embargo, los años pasan y con ellos se suceden los cambios.
En esta obra, la poesía se transforma en un preciso bisturí con el que el poeta raja, de arriba abajo, las entrañas de una sociedad viciada y necesitada de nuevos juicios de valor. Con una mano tan firme como la de un cirujano, Pablo S. Abascal se recrea con temas tan dispares como la crisis económica mundial, la llegada de un nuevo orden mundial o la duda existencial del ser que parte en el exilio.