Tener este libro en nuestras manos equivale a disfrutar de un salvoconducto a un mundo construido con la más alta sensibilidad. Su autor es todo un hallazgo. Podría calificar a José Zurriaga de mil formas, aunque ?silencioso? sería el apelativo más acertado, puesto que deja librado a nuestro espíritu continuar el camino que tan habilidosamente ha trazado, sin decirnos más nada? Se vale de relatos cortos para invitarnos a un viaje de inmensas connotaciones. Leer ?Gota a gota? nos confronta con esa entidad inmaterial que sucede allí afuera y que abarca todos los espacios, sabiendo al mismo tiempo que en realidad vive en nuestra memoria colectiva. En sus palabras suena un latido oscuro y antiguo que muy pocos autores logran captar, pero Zurriaga tampoco busca ofrecérnoslo descarnadamente. Pensándolo bien, al organizar este libro en capítulos intitulados ?Ensoñaciones?, ?Zarpazos? y ?Premoniciones?, nuestro bilbaíno se ha propuesto una profanación a nuestra ignorancia aún más osada que consiste en mostrar esa palpitación en bloques de ladrillos multicolores que al final de recorrerlos conforman una sola tonal
