Una tarde de julio de 1917, la pequeña Elsie Wright y su prima Frances Griffith fotografiaron hadas en su jardín, en el pequeño pueblecitode Cottingley (Yorkshire). Aunque la opinión pública inglesa lo tomócon cierta reticencia, el apoyo del insigne escritor y espiritista,Sir Arthur Conan Doyle, acabó por convencer a gran parte de la opinión pública. Este es el relato, narrado por la propia Elsie, de losverdaderos acontecimientos.