Bajo la forma breve del haiku, la aparentemente anodina vida en la oficina recobra la luz. El salario, las vacaciones, la rutina y los sueños del oficinista, entre otros elementos, son tratados con ternura y sencillez poética. A veces en forma de sátira y con humor y en otras ocasiones revestidas de cierta crítica cordial. En 'Haikus de oficina' se acompaña al lector conduciéndolo a observar su propia insatisfacción laboral, por la apasionante búsqueda de la belleza y hacia la reflexión sobre el mundo del trabajo.