La herradura es un libro ilustrado de relatos. Es también eso que le ponen a los caballos para evitarles el dolor de pies. Y lo mismo que le pusieron a algunos gitanos y otros desheredados de Madrid. Por encima, por debajo y también por fuera.
Una Herradura que es un edificio, un tablao, un teatro de protección social.
Pero a estos caballos de dos patas les siguen doliendo las pezuñas. De tirar del carro. O quién sabe... quizás sea de tanto bailar. De tanto bailarle a la vida con ritmos de rebelión, de desafío sordo y cotidiano al reloj de las horas del trabajo para la reproducción del capital.
La herradura son relatos, imágenes, susurros. Los palos del flamenco serán aquí el compás de un cante a la existencia de esas divergencias cotidianas... Un cante lleno de convicción y ligereza, porque tanto la herida como la firme resolución a la no renuncia están ya muy dentro... y porque fuera la muerte acecha... .