La apasionante vuelta al mundo (de la literatura) pasando por un montón de hoteles (literarios). De Aden a Zurich -de letra en letra del alfabeto-, de continente en continente, pasando, como es lógico, por los hoteles de España. El imaginario novelesco está poblado de hoteles, lujosos o miserables, más o menos metafóricos. En hoteles mueren los literarios (Chéjov, Lautréamont), en hoteles les sobreviene la pasión (Apollinaire). Hoteles habitados por fantasmas que vieron Julien Green y Yeats. Hoteles frecuentados por ladrones que conocieron Maiakovski y Stefan Zweig... Hoteles literarios no es tanto una evocación de los lugares como un bellísimo viaje de referencias letradas: dos siglos cambiando de habitación; para que el lector se aloje con los más grandes escritores de la historia. Un recorrido sin final posible.