Tras el giro humanista del Renacimiento surgen casi a la vez tras modos de
aproximarse al ser humano y conocerlo: el ensayo, la ciencia experimental, la
filosofía moderna, cada uno con sendas figuras emblemáticas en torno a 1600
(Montaigne, Galileo y Descartes). Humana ciencia presenta esos tres
estilos de conocimiento de lo humano sin quedarse neutral ante ellos: apuesta y
se alinea a favor de una ciencia naturalista y objetiva -no mera opinión
subjetiva- de la condición humana.