No, la inteligencia artificial no revolucionará la educación como se nos pretende vender. Y no lo hará porque la IA, tal y como se está desarrollando y ofreciendo a la educación, camina en direcciones opuestas a lo que esta necesita para una verdadera transformación. En este libro se desarrolla por qué las promesas de la IA en este campo (productividad, eficiencia, automatización y personalización) están mal planteadas y por qué, lejos de suponer un beneficio, esconden serias amenazas de acelerar aún más las propias debilidades de la educación y contribuir a su colapso. Partiendo de revelar las costuras invisibles de la IA que ponen en riesgo el aprendizaje y la enseñanza, se gira el foco hacia donde sí merece la pena orientar el potencial de la inteligencia artificial para la educación que queremos, la educación que necesitamos como sociedad.