Estos relatos de pérdida, supervivencia y renacimiento bellamente entrelazados se centran en el tío de la autora, un campesino y refugiado húngaro destrozado por la guerra, jardinero fiel y depositario de cuentos, que fue uno de los «insensatos bailarines, prudentes y viejos cuervos, sabios cascarrabias y "casi santos"» ancianos que la doctora Estés conoció en su infancia.
Narrado con elegante sencillez, hondura de sentimientos, generoso humor y profundo optimismo, 'El jardinero fiel' es el relato de una niña sincera que prestó atención a los ancianos de su viejo país y creció conservándolo todo en su memoria para, convertida ya en uno de los mejores narradores de nuestra época, recordar a los lectores de todas las edades «esa magistral fuerza vital que existe en el interior de todas las cosas y nos fortalece en momentos de zozobra o transición, esa fuerza fiel que jamás puede morir».