"... La mente filosófica no puede ser fanática, no
puede ser dogmática. El tener que estar abierto, el tener
que investigar, el tener que dudar, el tener que cuestionar
y el tener que permanecer disponible a la verdad en cualquier
forma que venga son prerrequisitos de la filosofía."
"... Los pecadores son desdichados porque se pierden
las bellezas de la virtud, las bellezas de la otra parte
que han elegido no elegir. Y los santos son desdichados
porque han reprimido algo que no puede ser destruido,
porque es una parte esencial de su ser."
«Si observas con atención al santo, verás que, en
alguna parte de su inconsciente, hay un santo escondido. El
consciente del santo es el inconsciente del pecador, y el consciente
del pecador es el inconsciente del santo. El sabio no es
ni lo uno ni lo otro. Él es neti, neti -ni lo uno ni lo otro-, él
no ha elegido. Él ha aceptado su totalidad; es total, tanto de
día como noche. Ha abandonado el ego que siempre está eligiendo.
Simplemente acepta lo que venga. Vive la verdad en
su completa desnudez, cualquiera que sea -no es asunto suyo
interferir en la corriente de la vida-. El sabio es un fenómeno
inmensamente hermoso, por su totalidad. El sabio es un
círculo perfecto. Lo contiene todo, no rechaza nada. Ese era
el significado de la palabra sofos; era un término hermoso.»
«... Para Pitágoras, la ciencia es la búsqueda de la
verdad en el mundo objetivo, y la religión es la búsqueda de
la verdad en el mundo subjetivo, y la filosofía es la búsqueda
de la verdad. Así que la ciencia y la religión deberían ser
sus dos manos, sus dos alas. No son opuestas sino complementarias.
Si volviésemos a recordar eso, el mundo sería
mejor.»