[...] no penséis y dejadlo TODO en manos de los dirigentes porque imaginar un mundo sin autoridad, represión y control, es imaginar un mundo caótico, terrorífico, animalizado y destructivo... En mi vasta ignorancia puedo asegurar algo: No concibo un mundo más terrorífico, caótico, animalizado y destructivo que nuestra llamada civilización. Imaginar un mundo diferente, más comprensivo, más observador y más amable no sólo es posible, sino que además abre la puerta a la ESPERANZA, y eso sólo puede ser bueno.