La búsqueda de una motivación vital y el deseo de reencontrarse lleva a una pareja a viajar al desierto de Atacama. En su vertiginoso itinerario se interesan por las momias, por los geoglifos, observan y saborean paisajes maravillosos, irán a fiestas aymara y participarán en sus rituales con la Pachamama. Todo esto resultará un infructuoso camino para encontrar un nuevo aliciente para ella, por parte de su pareja que pretende hacerla feliz. En medio de todo eso, cada vez que se detienen escucharán la música del vacío flotando a su alrededor en todas sus manifestaciones, para recordarles que, en realidad, esa música está tanto fuera como dentro de nosotros y que, por mucho que huyamos, aflora una y otra vez. En cierto sentido, ese vacío manifiesta la extrañeza que sentimos todos como seres humanos ante el mundo y ante nosotros mismos. Pero también es una fuente de conocimiento. Los protagonistas realizan una inmersión en el desierto, donde fluctuarán entre huidas y encuentros con el vacío, con la pareja y con ellos mismos, cada uno a su manera, para experimentar que también pueden sostenerse cuando no tienen