Abandonada por su madre al nacer y huérfana de padre, Anne Marie Puyredon, es criada en una fría institución madrileña. A su mayoría de edad, será conocedora de algo que cambiará el rumbo de su ya difícil existencia. Desde un bufete de abogados recibe una nota para que vaya a hacerse cargo, en una morgue de París, de las cenizas de su madre. Junto con una urna funeraria recibirá la herencia que ninguna hija querría tener que aceptar, la pertenencia a una oscura sociedad de mujeres cuyos fines son, desde el ayer, cambiar el curso del mañana. A su lado, para sortear los peligros que se le vendrán encima, contará, entre otras, con las ayudas de un sacerdote y de un inspector de la gendarmería francesa. Frente a ella, como feroz enemiga, estará alguien, de su sangre, que nunca creyó existiría.