Migrar es una experiencia vital para nuestra especie y para cada ser humano.
Así fue como convertimos el mundo en nuestro hogar y establecimos nuestra voluntad como única frontera.
Por eso, cada viaje avanza por el sendero del destino, perseguido por los recuerdos del lugar que dejamos atrás y guiado por la ilusión de lo que vamos a buscar.
Un encuentro no es solo un alto en el camino, también es el acto de reconocernos en la confluencia de experiencias, sueños y anhelos.
No se trata únicamente de los recuerdos, sino de cómo nos hemos construido al entretejer historias, voces y destinos.
La antología del Tercer Encuentro de Escritores Bolivianos en Europa es una confluencia diversa de voces, memorias y horizontes. Estas páginas son una hoguera imaginaria donde arden versos, relatos y reflexiones que nos invitan a explorar el intrincado laberinto de la identidad. En ellas, cada voz, cada historia y cada nombre demuestran que aquella ilusión llamada lejanía no existe: somos el eco de un mismo viaje.