Este libro es producto de mis doce años de docencia. A lo largo de este período pude observar las dificultades cognitivas de mis alumnos a lo que se suma la peculiar dificultad del objeto de estudio. Los alumnos a los que me refiero son los del último año del ciclo medio y los de los primeros años de la universidad. La lógica se encuentra vinculada, por un lado, con el lenguaje cotidiano y, por otro, con el riguroso lenguaje de la matemática. Es por el primero de los caminos que podemos acceder a nuestros alumnos e intentar conquistar su interés. Sin embargo, no podemos perder de vista los importantes desarrollos de la lógica formal, cuya utilidad para los alumnos, aunque desconocida por ellos, les permite operar con estructuras abstractas y elevarse del plano propio de las operaciones concretas. La lógica posee un lenguaje técnico muy preciso. En el primer capítulo, partiendo de la misma definición de la lógica, se despliega una cadena de definiciones, acompañada de ejercicios de aplicación de los conceptos teóricos. Este capítulo encierra un glosario de términos al que recurriremos en los capítulos pos