Desde que perdió la capacidad de oír, Kanon ha tenido la sensación de que Rinne siempre se ha reprimido en muchos aspectos. Por eso, cuando se entera de que su hermana va a traer a una amiga a casa por primera vez en mucho tiempo, se alegra mucho. Por otro lado, el festival cultural está a la vuelta de la esquina, y a Saki le tranquiliza ver que tanto los preparativos del maid café como el ensayo general para el concurso de coros avanzan sin problemas. Sin embargo,la joven nota algo extraño en la actitud de Kanon. Cuando ambas se quedan a solas, esta última le confiesa que, para ella, el festival cultural es una prueba de fuego para demostrarse a sí misma que en el futuro será capaz de convivir en sociedad con las demás personas.