No espere encontrar aquí un libro plagado de los tópicos de siempre sobre la necesidad de refundar las Naciones Unidas. Nada de eso, porque, tal como afirma su autora, "estoy dispuesta a defender el sistema de la ONU con todos los argumentos que pueda reunir". Sin embargo, eso no le impide ser muy crítica con determinadas actitudes y situaciones. Así, dice que "el rendimiento global del PNUD puede tacharse generosamente de decepcionante". No esconde los vínculos entre la FAO y las grandes compañías agroindustriales o entre la OMS y las grandes farmacéuticas. Siempre con un juicio muy medido y ponderado, la autora aborda la cuestión de si las Naciones Unidas son el marco adecuado para afrontar los grandes retos de la sociedad global (medio ambiente, desarrollo, seguridad, ayuda humanitaria, derechos humanos), a la vez que va adentrándose en una magistral y amena lección de historia contemporánea, plagada de ejemplos, anécdotas y pequeños secretos. Lejos de contagiarse de ese carácter burócrata y tecnocrático que se suele achacar a la ONU, Black consigue con este enfoque histórico convertir unas cuestiones nunca fáciles en un libro sumamente didáctico, vivo, intenso y a veces hasta dramático.