José Eduardo Valenzuela seúne en De este y de otors mundos cuentos decontenido e intención muy diversos, que van de lo decididamenteimaginarioa lo más realista, sin excluir extraños casos que semantienen, no sin conflicto a veces, entre el mundo de la verdad y elde la ficción. Un toro de lidia cuyos posibles pensamientos alteran,en la plaza, con los de su enemigo; las voces, también alternas, dedos deidades de la mitología clásica, Coré y su raptor, el dios delinframundo; el extraño ambiente de progresía beatífica que impera enun Centro de Formación de Funcionarios, allá por 1961; ek remanso depaz de una abadía donde el estudiosoopositor prepara sus temas; unnoviazgo acosado por sucesivos anónimos en una ciudad del sus deEspaña, beata y canicular; las patéticas exhibiciones de un anciano en una playa nudista...y una emotiva semblanza de aquellas personas, tan próximas al autor y ya tan lejanas, que poblaron su infancia y ledierom tempranos atisbos de dicha y pesar.