Madrid, 1646. Un niño aparece muerto en su cuna. Su cuerpo, con señales extrañas y amoratado, pronto se convierte en prueba irrefutable para quienes buscan culpables. La acusación recae sobre María González, una joven criada conocida por sus conjuros amorosos y su cercanía con una pareja inestable. Lo que comienza como un drama doméstico termina ante los jueces de la Santa Inquisición, envuelto en supersticiones, rumores y confesiones que solo se pronuncian en las cámaras de tortura. Basada en un proceso real documentado por la Inquisición, En nombre del Santo Oficio reconstruye con una lograda ambientación y sobriedad narrativa el caso de una mujer atrapada entre la ignorancia de su tiempo y las pasiones de su entorno. La novela no solo retrata el clima inquisitorial de la España del siglo XVII, sino que plantea interrogantes que todavía no hemos sabido responder: ¿quién decide lo que es verdad? ¿Es la justicia más fuerte que el miedo?