Aunque el miedo a lo desconocido no es exclusivo de la infancia, nuestro protagonista, un pequeño de 6 años, se asusta de un buzón de correos con aspecto de fiero león, al que supone terroríficos poderes. Un día, por casualidad, descubre qué hay detrás de un simple buzón y todos sus miedos desaparecen. Unas ilustraciones en lápiz de tonos pastel refuerzan el ambiente de ternura en el que se desarrolla esta historia de superación.