"Brujas que elaboran filtros amorosos para amantes torpes; jubilados que salen a tostarse al sol de La Mancha en busca de gigantes, duendes y otras criaturas de existencia dudosa; poetas que escriben tramas amorosas que darían para una serie de veinte temporadas y hasta algún príncipe encadenado que no sabe si está despierto o soñando (vamos, como cualquiera cuando nos suena el despertador un lunes). Y esto es solo el principio.