La llegada de la vidente Estrella Lagunillas a la tranquila pedanía de Los Santos de la Ribera para rescatar un fabuloso tesoro, de la época en que los reyes llevaban pelucas largas y rubias, alteró el orden público: algunas familias se quedaron sin comer, muchos chiquillos no fueron al colegio y el arqueólogo se vio en la situación de tener que excavar para tratar de bajar la tensión.