PABLO IZQUIERDO BLANCO / JOAN PICÓ Y JUNOY
La obra supera la vieja nomenclatura de jurisdicción voluntaria y ofrece un análisis completo de todos los expedientes que se siguen tramitando ante los juzgados (ahora por juez y letrado de la administración de justicia) y, al tiempo, se analizan también los nuevos expedientes atribuidos a notarios y registradores conforme a su legislación propia (Ley del Notariado, Ley Hipotecaria) y que, aun cuando dejan de ser jurisdiccionales, se examinan de forma conjunta para dar una visión global a los temas y por cuanto históricamente habían integrado parte de la llamada jurisdicción voluntaria.
Entre otras cuestiones de especial relevancia práctica destaca la exposición sobre:
a) La regulación de la declaración de herederos ab intestato, tanto en línea recta como colateral, que antes estaba atribuida a los Jueces y ahora a los Notarios, por ser una de las escrituras y trámites de mayor incidencia en las notarías del Estado y de mayor aplicación diaria.
b) Todos los procedimientos de jurisdicción voluntaria atribuidos a los Letrados de la Administración de Justicia, que antes eran competencia de los Jueces.
c) Especialmente el trámite de conciliación y consignación por ser uno de los que mayor importancia tienen tanto en los Juzgados como en las Notarías.
d) La calificación registral de los documentos públicos extranjeros y, en especial del certificado sucesorio emitido por autoridad extranjera.
e) La nueva normativa hipotecaria en materia de expedientes de dominio e inmatriculación, liberación de gravámenes y demás aspectos registrales que antes estaban asignados a los jueces y ahora se les ha atribuido la competencia a los Registradores de la Propiedad.
f) La Concordancia entre el Registro de la Propiedad y la realidad física y jurídica extra registral con detalle de la forma de su coordinación.
La obra incluye, además, un extenso inventario con más de 800 formularios que reproducen el curso procedimental de la práctica totalidad de expedientes de jurisdicción voluntaria.
