¿Está pensando en meterse en obras? Adelante, juéguesela, y cuando vea pasar
los meses sin que la chapucilla concluya, y el presupuesto suba como la leche
en el cazo, cómprese este libro, hombre: seguirá sin ver el final de sus
sufrimientos, pero se lo pasará mejor deleitándose con el instructivo relato de
las visicitudes que hubo de atravesar una pareja que se creyó lo de «eso lo
hago yo en dos patás».