El ruido blanco se caracteriza por el hecho de que su densidad espectral de potencia es una constante. En 1961, dos ingenieros de IBM, subieron a limpiar de caca de paloma una antena ultraprecisa porque recibía ruido blanco. Al comprobar que este persistía, lo estudiaron a fondo y se dieron cuenta de que era una señal uniforme del espacio: la radiación cósmica residual del Big Bang. Alguien ha reunido a las personas más inteligentes del planeta en la misma habitación. Y ninguna de ellas parece saber con qué fin. Pero esta historia no va, en realidad, de nada de lo previamente citado.