De todas las virtudes, la sabiduría es la más esquiva. Esto se hace especialmente evidente en una época en la que se recompensa la reacción y la charla trivial, frente a la contención y la reflexión. Para Ryan Holiday, la sabiduría es el principio rector de su vida y La sabiduría es la recompensa es la culminación de toda su obra. Basándose en historias fascinantes de figuras tanto antiguas como modernas, Holiday muestra cómo cultivar la sabiduría a través de la lectura, el estudio y la experiencia. A través de las vidas de Montaigne, Séneca, Joan Didion, Abraham Lincoln y otros, Holiday nos enseña a escuchar más de lo que hablamos, a pensar con matices, a cuestionar sin piedad nuestras propias creencias y a desarrollar un método de aprendizaje que podamos perfeccionar durante una vida entera. Argumenta con contundencia sobre la necesidad del esfuerzo mental y advierte contra los atajos que nos privan del conocimiento real. Y nos muestra cuán peligrosos pueden ser el poder y la inteligencia sin la influencia moderadora de la sabiduría. La ausencia de cu