Estudio introductorio
El Duque de Saint-Simon
Sueños de grandeza
Un niño solitario, amante de la lectura
Duque y militar
Una esposa perfecta, unos hijos imperfectos
Del ejército a la corte
Vivir en la corte de Versalles
La rueda de la fortuna
Grandes esperanzas
Embajador ante la corte española El ocaso
Un secreto que acabó por hacerse famoso
Saint-Simon en España
(Memorias: junio de 1721-abril de 1722)
Tratado entre Inglaterra y España, a conveniencia de los ingleses Monsieur
el duque de Orleans me revela en confianza el acuerdo para las bodas del rey
con la infanta de España y de su hija con el príncipe de Asturias.
Interesante conversación sobre el particular
A fin de obtener la grandeza para el segundo de mis hijos, consigo que se me
encomiende la embajada en España
Obtengo para la menor de mis cuñadas la abadía de Saint-Amand
en Rouen
Audiencia de despedida, carácter y conducta en sociedad del embajador
turco
El príncipe de Lixin, gran maestre de Lore na por su matrimonio con una
hija de monsieur y madame de Craon. Su carácter; cómo murió
Boda del marqués de Villars con una hija del duque de Noailles; carácter
de esta dama
Boda del duque de Bouffl ers con una hija del duque de Villeroi
Dubois, al fincardenal. Su conducta tras el nombramiento. Nuestra relación.
Resuelve con brillantez sus audiencias
Cruz pectoral. Situación embarazosa para monsieur de Fréjus. Imprudencia
de madame de Torcy
Dubois, sabedor de mi embajada, me sondea por medio de Belle-Isle para confundirme
y complicar misituación. Lo advierto, aunque no puedo hacer nada. Relación
más que íntima de Belle-Isle con Le Blanc. Su subordinación
a Dubois
Enfermedad del Rey
Nauseabunda osadía de la duquesa de La Ferté
Extraña conducta del mariscal de Villeroi
Innumerables ceremonias de acción de gracias
Público e incalificable consejo del mariscal de Villeroi al rey
Irreprochable conducta de monsieur el duque de Orleans y de sus partidarios
durante la enfermedad del rey
Muerte de Trudaine
Muerte del duque de Bouillon; su personalidad
Muerte de Thury; su personalidad
Muerte del padre Le Long, del Oratorio
Armenonville logra hacer hereditario en beneficio de su hijo su cargo de secretario
de Estado; la duquesa [de Ventadour], el de gobernanta de los infantes de Francia
para madame de Soubise, su nieta; Saumery, el suyo de subgobernador del rey
para su hijo mayor, cosa nunca vista. Su personalidad
Muerte, personalidad, vida y conducta de madame la gran duquesa
La conducta del cardenal Dubois me dispensa de nuestro pacto de reconciliación
Franqueza, libertad y confi anza entre monsieur le Duc y yo tras el asiento
real en las Tullerías
Notable y singular conversación entre monsieur le Duc y yo
Medidas para comunicar al rey su matrimonio y hacerlo público
Acompañado únicamente por otras cuatro personas en el gabinete
real, el regente comunica al rey su matrimonio
En presencia del rey, el acuerdo se hace público en el Consejo de Regencia
Detalles de lo ocurrido en el gabinete del rey a propósito de su matrimonio
Se hace público el matrimonio del príncipe de Asturias con una
hija de monsieur el duque de Orleans
Reflexiones
Desconcierto e indignación de la camarilla opuesta al regente. Sus argumentos
e intenciones
Conducta hipócrita del cardenal Dubois, que trata de arruinarme y hacerme
fracasar
Se hace pública mi condición de embajador
Mis principales acompañantes
Sartine
Consulto con provecho a Amelot y a los duques de Berwick y de Saint Aignan.
Ayuda que me dispensan los duques de Liria y de Veragua; carácter de
estos últimos
Mis instrucciones
Semblanza de Valouse: su fortuna
Semblanza de La Roche; su fortuna. La estampilla
Semblanza de Laulès. Mi provechosa relación con él
Perfidia del cardenal Dubois e inconcebible debilidad de monsieur el duque de
Orleans respecto de las nuevas instrucciones verbales que recibo tocantes a
precedencias y visitas
Semblanza del duque de Osuna. Nombrado embajador de España para la boda
del príncipe de Asturias. Se le concede el cordón azul; me niego
a sacar partido de una decisión tan insólita
El cardenal Dubois persiste en su extraña actitud hacia mí, que
le lleva a inducir a monsieur el duque de Orleans a la osadía de situarse
en pie de igualdad con el príncipe de Asturias
Semblanza de La Fare, enviado por monsieur el duque de Orleans a España
a título particular Grosera artimaña del cardenal Dubois en mi
contra, a la que se añade el más insólito descaro; le arrebata
las postas a Torcy. Torcy, convenientemente compensado
La duquesa de Ventadour es nombrada gobernadora de la infanta, y madame de Soubise,
suplente. El príncipe de Rohan, responsable del intercambio de las princesas
Salgo de París para Madrid. De camino, coincido con el duque de Osuna
y me entrevisto con él
Continúo viaje y me detengo en Ruffec, Blaye y Burdeos, donde cumplimento
a los jurados
Llegada a Bayona. Semblanzas de Adoncourt y de Dreuillet, comandante y obispo
de Bayona
Semblanza de los Pecquet, padre e hijo. Impaciencia de sus majestades católicas
ante mi llegada, que tratan de apresurar mediante varios correos
Audiencia con la reina viuda de España. Su alojamiento. Me invita a almorzar.
Su penosa situación Adoncourt, bien informado
Cruzo los Pirineos. Visito Loyola
Llegada a Vitoria. Un obsequio de los diputados de la provincia
Tres correos sucesivos para que me apresure. Dejo a mi hijo mayor, gravemente
enfermo, en Burgos, y sigo viaje sin detenerme. Razones de la impaciencia de
sus majestades católicas
Inoportunos e indignos celos de Maulévrier
Llegada a Madrid, donde inmediatamente acuden a visitarme las personas más
importantes, incluidas aquellas a quienes debía cumplimentar yo en primer
lugar
Primera reverencia ante sus majestades católicas y ante la familia real
Aunque de distinto modo, los duques de Giovenazzo y de Popolise señalan
por su actitud distante
Visita a Grimaldo, encargado de Asuntos Extranjeros. Éxito de la visita.
Conoce a la perfección al cardenal Dubois
Perfil de Felipe V
Perfil de la reina
Sobre el marqués de Grimaldo
El rey y la reina de España se avienen
En junio de 1721, el Regente de Francia confió a Louis de Rouvroy, duque de Saint-Simon, el encargo de viajar a España como embajador extraordinario. Su misión consistía en la delicada tarea de pedir la mano de la infanta María Ana Victoria (hija de Felipe V y su segunda esposa, Isabel de Farnesio) para el futuro rey de Francia Luis XV. En juego se encontraban las futuras relaciones entre las dos monarquías.
La embajada del duque de Saint-Simon se convertiría en el episodio culminante de su carrera política. Su recompensa fue el título de Grande de España para sí y para el menor de sus hijos, siendo agraciado su primogénito con el toisón de oro. Igualmente, su exitosa labor contribuyó a reafirmar el tratado de amistad entre las cortes hispana y gala, firmado el mes de marzo anterior.
Celoso defensor del papel de la nobleza, profundo conocedor de las sutilezas de la etiqueta de la corte y escritor torrencial, el duque de Saint-Simon incluyó en sus Memorias un pormenorizado relato de su embajada española, cuya lectura atrapa literalmente al lector para ofrecerle una de las más «originales, profundas y fuertes» (Azorín) visiones de la España de la época, en un relato que aúna, enlazadas por un espíritu singularmente cáustico, «la grandeza, la observación y la comicidad» (Gil Albert).