Vivimos en la época del desánimo: lo cotidiano parece perder brillo y las promesas del progreso, la tecnología o la democracia no nos entusiasman como antes. Sin embargo, continuamos buscando el encanto de la vida. El encanto compone una melodía en la que cada elemento encuentra su sitio, otorgándole a la vida otro tono, otro aire descubrirlo en lo que hacemos es tan esencial como el acto de respirar. Se trata de una necesidad vital. Este libro examina las distintas formas de ese encanto perdido: nuestras relaciones digitales, las esperanzas puestas en la ciencia, el deseo de una sociedad más justa. Sin evitar las contradicciones, plantea una pregunta urgente: ¿es aún posible reencontrar el encanto del mundo?