La belleza, lejos de ser frívola o accesoria, tiene un papel fundamental en nuestras vidas y en nuestra civilización. Desde hace millones de años el ser humano siente un anhelo de trascendencia, un deseo de crear algo que no tenga por objeto el enriquecimiento o el reconocimiento social, sino la conexión con una cierta dimensión espiritual. Este impulso ha llevado a la humanidad a crear obras que son admiradas por su belleza de manera ininterrumpida durante siglos. Estas obras son la herencia que hemos recibido y que queremos legar a los que nos sucederán, porque las consideramos merecedoras de ser contempladas por las próximas generaciones. Somos, en cierto modo, guardianes de la belleza, porque entendemos que es parte esencial de nuestra civilización.
En un mundo tan complejo como el actual, la belleza deviene una necesidad, pues es en los momentos de mayor dificultad cuando es más terapéutica. Este libro es una invitación a exponerse a la belleza y a disfrutar de su inmenso poder.
"La experiencia de la belleza satisface nuestra necesidad de ser conmovidos, sorprendidos, emocionados. Nos da la oportunidad de quedar suspendidos en algo más grande que nosotros mismos"
"La belleza impacta fuertemente en nuestro cerebro, proporcionándonos bienestar. Y por ello, privarse de su contemplación y disfrute es una pésima idea"