La taberna madrileña es el eje de muchas historias. Verdadero espejo brillante pero a veces deforme, de una ciudad que es representa como ninguna el auténtico naufragio y supervivencia de los españoles. Se puede vivir, amar e incluso despotricar de una ciudad, contando el itinerario sentimental de esos auténticos ateneos tabernarios. En este libro escrito con la pasión de quién solo aspira a dejar una muesca emocional en las barras de puntapié, se hace un inventario libre y libertino de las imprescindibles para quien lo escribe. De lo clásico a lo insultantemente contemporáneo, lo cual constituye una pequeña enciclopedia para zascandilear por los madriles. Una a una, personaje tras personajes, la mirada oculta que aquí se desvela de los garitos, mostradores, con sus leyes y sus ritos. Además, en esta obra se intenta justificar ese rompecabezas, con un estudio introductorio que tiene las mismas ilusiones e insuficiencias de cada rincón tabernario. Para llevar en el gabán, o abrir las páginas donde uno encuentra una mancha de vino y el vestigio del escabeche de un mejillón. Escrito con la tinta mojada e iróni