LA INOLVIDABLE HISTORIA DE UN SOLDADO ADOLESCENTE EN LA GUERRA CIVIL Una reivindicación de la memoria y el amor de nuestros abuelos, por «una de las 100 ilustradoras más influyentes del mundo» (Taschen). «La visión de María Herreros es emotiva y contundente. A través de la memoria de su abuelo nos deja un relato sensible, de amor y desesperación, con imágenes potentísimas que se quedan en nuestra memoria y para recordarnos el horror que supuso la guerra». Paco Roca Mi abuelo tenía diecinueve años cuando estalló la Guerra Civil. Se encontraba haciendo el servicio militar y le faltaban unas pocas semanas para regresar al pueblo y casarse con su novia, pero en su lugar, tuvo que marchar al frente y luchar con el bando republicano. Yo siempre me había hecho la pregunta de por qué era tan reservado. Hasta que un día encontré una caja: en ella guardaba el diario de su paso por la guerra, donde contaba sus vivencias como miembro de un ejército formado por cientos de adolescentes que tuvieron que enfrentarse a las experiencias más aterradoras. También describía las escenas de compañerismo y la vida de campaña: comer ratones, afeitar a los compañeros, cuidar de las gallinas Libertad y Pasionaria, celebrar bailes al llegar a los pueblos y escribir cartas de amor a Rosa, mi abuela. Él siempre me cantaba María de la O y todavía hoy, al recordar la letra, oigo su débil voz, una voz que no quisiera que se perdiera en el olvido.La crítica ha dicho: «El Arte no puede evitar mirar para atrás para narrar el pasado. Cada nueva generación en España encuentra en los horrores de la guerra civil un tema para reflexionar sobre el comportamiento humano, que matiza, añade y nos hace comprender lo que supuso el conflicto. La visión de María Herreros es emotiva y contundente. A través de la memoria de su abuelo nos deja un relato sensible, de amor y desesperación, con imágenes potentísimas que se quedan en nuestra memoria y para recordarnos el horror que supuso la guerra».Paco Roca «Herreros adapta con ternura los recuerdos de su abuelo, pero exponiendo con crudeza que la guerra no tiene épica, solo miseria y dolor. Un contraste que deja imágenes imborrables». Álvaro Pons «María Herreros, tomando prestado el diario que escribió su abuelo durante la guerra civil española, nos transmite a través de su impactante trazo el dolor, el sinsentido y la desolación que acompaña a todas las guerras. Un ejercicio conmovedor de memoria histórica y un homenaje a su abuelo y a todas aquellas personas que se ven golpeadas a diario por el horror y la barbarie que todas las guerras traen consigo». Ilu Ros«Una candidez beligerante».
Eva Blanco Medina, Vogue