Un día este niño se topó con El Gran Lobo Malo, que ya no es nada de eso, sino un lobo flacucho y deprimido que no asusta ni por esas. Menos mal que este niño tiene recursos (y galletas) para ayudarle.
Artículos relacionados
Vista previa: YO, EL LOBO Y LAS GALLETAS (DE CHOCOLATE). (DE CHOCOLATE)
Utilizamos cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación (por ejemplo, páginas visitadas). Clica AQUÍ para más información. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar cookies" o configurarlas o rechazar su uso clicando "Denegar".