De lo urbano es: los semáforos, los coches, la gente, los perros, la gente-perro, el cielo, el asfalto, la droga, el alchol, los placeres, la carne. De lo divino: los dioses que se comportan como perros, más droga (que no nos comparten), la Biblia, tú, yo, Sara Montiel y, por qué no, los tocinos de cielo (el ámismo nombre lo indica). De lo urbano y lo divino es una revisión a 20 años de profesión, de escritura de versos, de mí, que soy asfalto, que he sido droga, que soy alcohol, que soy placeres y carne, que tengo perros y una áspera vocación por la palabra y las ideas. Han sido 20 años de mierda algunas veces (por qué andarnos con tonterías), de alegrías y de éxtasis glorioso. Pero, sobre todo, han sido 20 años de poemas y de VIDA. Tú, que eres urbano y divino, entra sin llamar, estás en tu casa. Lee, grita, arranca las páginas de este libro y di mi nombre en vano tantas veces como necesites. á á Yo quería estudiar ciencias políticas, pero mi padre no quiso dejarme ir a Sevilla, así que le pregunté a mi mejor amiga qué iba a estudiar ella. Den gracias a que dijo Filología o ahora podría ser neurocirujana.